Obra Incompleta

Espacio de poesía cotidiana

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Location: Cordoba, Cordoba, Argentina

Rodolfo Arsento nació en la pampa gringa en el año 1966, nieto de inmigrantes piemonteses. Se crió. Psicólogo y psicoanalista de profesión. Se dice escritor pero eso todavía no está probado. Escribe desde los tiempos de su tormentosa adolescencia, sin método ni continuidad. Hasta que en una encrucijada del destino comienza a recopilar todo lo producido, renglones dispersos en hojas y cuadernos viejos, termina así el Sin Ton ni Son obra poética presentada en el concurso “Luis de Tejeda”, obviamente perdió, ni una mención. El Sin Ton ni Son es el primer tomo de una trilogía le siguen: De-ese-arte y Deseándote Tatetí. Género prosaico: poesía y narrativa de momento. Su obra poética incluye además: Cuaderno de Sentimientos, Pase a Bordo, Precede (relato pre-biográfico) y Exhumación. No forma parte de ningún taller ni de instituciones literarias. Varias de sus obras están inconclusas, no se sabe si algún día llegará a terminar algo. Obras publicadas: Vivo con una PC y algo más… (1999), Binario (2000), Noviembre. A las puertas de Eros (2003), Glissando (2006), Diario de un despertar (2010), 9 de diciembre (2018) Hágalo Ud mismo y Tan sin ti (2019).

Friday, July 29, 2005

Trozos

Trazos (trozos) de un mundo
que se pierde en los pliegues del
olvido.

ser otro
eludo
intento
en vano
sortear mi destino

ser otro


Hay un momento
en la tarde-noche
cuando la soledad
es más intensa.

Es cuando en Baltimore
la luz evanece.
(Baltimore no es un lugar
físico, sólo es una
referencia literaria más).

La soledad se hace
más pesada y el aire
más ligero.

La sombra de la noche llega
hasta el corazón
y el mundo
-este bello e injusto
mundo-
palicede.

También se percibe
un sordo farfullar
de voces y de preparativos
carnavalescos.

Es la farsa organizada
y desprejuiciada
que nos permite seguir
atados a la tiranía
de los días...
y sus noches.

Thursday, July 28, 2005

Vivo en el laberinto

Vivo en el laberinto de mi cuerpo
todo está y todo falta
el hilo y la bestia
nada falta y nada fue hecho aún.

Vivo en el cuerpo no nato
del pensamiento y las ilusiones
el laberinto no tiene nombre
ni tiene fin, ni finalidad
alguna
solo entretenernos -a veces
mediante la tortura-
durante estos ilusorios
pasos que a nada conducen
sino hacia la salida definitiva
del laborioso laberinto
de este cuerpo.

"se perdió el laberinto" -dice Borges-.

Hoy todo lo encuentro
misteriosa y maravillosamente
cada libro se abre en la página
correcta.
El teléfono llama con
la persona indicada.
Mi agenda concerta la
cita precisa.

Todo se ordena de la manera
que siempre estuvo escrito
ésta que estoy escribiendo
y cada letra nueva muere en
el momento que la arrojo
violentamente sobre este papel
y queda allí estampada
inmovilizada para siempre
en una eternidad -no
humana- que no nos
pertenece hasta que
alguien que desconozco -y que
quizá seas tú- la
ve, la lee y vuelve a cobrar
vida en otros ojos y otras
manos hacen algo con ella.

Si ese alguien fueras tú
tómala con cuidado
y haz o escribe lo que te dicte
tu corazón.

Wednesday, July 27, 2005

La carnicería

A mi padre

Espejo,
espejo rutilante
dime por qué hoy
y no antes?

De niño fue boyero
de joven supo ser albañil
después aprendió el oficio
de la maza
desnucando reses
en el matadero.
(Quizá ascendió
y supo degollarlas
y cuerearlas).
Trozarlas
fue su vida
con sierras y
cuchillos
pudo cortar
un fino bife
o un asado ancho
para el deleite
de otros paladares.

Siempre hizo lo
mismo
(nunca supo hacer
otra cosa)
levantarse temprano
tomar mate cocido
del termo
y esculpir con su afilado
cuchillo
la indefensa res (media)
que colgada lo esperaba.

Tampoco pudieron resistir
el rigor de sus cuchillas
-afiliadas a la chaira-
otros pobres animales
cerdos en este caso
que finamente picados
eran embutidos
en sus propias
tripas:
exquisiteces de la chacra
que nunca tuvimos.

La caja de todas las noches
ni mucho ni poco
sino sólo algo para
pagar las deudas y
unos pocos gustos y
unos pocos gastos.

Todas las mañanas
a la misma hora
de madrugada.
Los ritos del descuartizamiento
deben ser siempre
precisos
y sus nombres
obedecen a la escuela
iniciática del
lugar:
bola de lomo,
palomita, cuadril,
nalga, jamón blanco o negro,
(también llamado pesceto)
osobuco, puchero
restos y sobras (para los perros)
achuras (vísceras y entrañas)
sesos, patitas de chancho...

Y la lista sigue
de cabo a rabo
ninguna parte de la
anatomía es despreciada
a la hora del
hambre y el cuchillo.

Una vieja bicicleta inglesa
con frenos a varilla
lo llevaba.

Nunca supo adónde.

Monday, July 25, 2005

Los siete haiku

1.
Retazos de luz
deja la tarde sobre
la gran montaña.


2.
Las ramas secas
el fuego aguardando
chisporroteo.


3.
El nacimiento
de una golondrina
busca su día.


4.
Brisa de grillos
la noche de estío
poblada suena.


5.
Mis lágrimas te
lloran como la lluvia
que busca el mar.


6.
Alberca de sol,
estío, chapaleo
trizas de espejos.


7.
La sombra de tu
alma se posa sobre
mi almohada.

Friday, July 22, 2005

Empieza de nuevo

El placer se cuela
por entre las palabras.

Empieza de nuevo.

Empieza de nuevo
a querer atrapar
un sueño.

Empieza de nuevo
a querer contar
el ruido del
viento.

Empieza de nuevo
a escribir
el silencio.

Empieza de nuevo
a querer.

Thursday, July 21, 2005

Vuelve

Vuelve, retorna
es más fuerte que yo

vuelve, retorna
la humana flaqueza
que día a día
me invade
y me conquista

vuelve, retorna
mi alma clama
sola
sólo por tu nombre

vuelve, retorna
siempre
la misma
pasión

vuelve, retorna
vuelvo, retorno
con los ojos bien abiertos
ciegos de tanto ver.

Wednesday, July 20, 2005

Borradores

Borradores

El alma que se
desnuda al amor
ya no puede
volver a vestirse.


Sólo borradores de un ensayo
que no termina,
de una vida que no empieza
o que no termina de empezar
o no termina de terminar.

Sólo borradores
de ensayos,
borroneados siempre con
las mismas
y ajetreadas palabras
que ya no dicen,
no quieren decir nada
borroneado
con las mismas
lágrimas.

Tuesday, July 19, 2005

Los miedos


Los miedos[1]

... en el lugar de una mujer...
A quince años de la muerte de mi padre.

El poeta[2] dice:
Me da un poco de
miedo
que llegue la
noche
que llegue la
muerte.

(Con reloj
o sin él
el tiempo
pasa igual)

Y compra otro cuaderno y sigue escribiendo. No importa. Tiene otros tantos inconclusos, inacabados, con muchas páginas en blanco. No importa. A veces –es como en el sexo- no se puede terminar, la cuestión es seguir.

El miedo a la muerte es un miedo teórico, un miedo irreal; la muerte es real pero es incognoscible. Dicen por ahí que también está el miedo a lo desconocido pero ese miedo es distinto. El miedo a la muerte es una fantasía, la fantasía de pensar el mundo sin uno –sin yo- con uno menos, y que eso nada importa, el mundo sigue, los que te quisieron te recordarán sólo por algún tiempo[3].

El peor de los miedos es el miedo al paso del tiempo, ese que nos pasa por encima –y por dentro- y que conduce a los peores lugares: la vejez, la incapacidad, el dolor y la enfermedad.

Lo peor de este miedo es que puede reactivarse por cualquier otro, el miedo que causa el espacio y todos los medios de locomoción desde los animales hasta los aviones.

El miedo a las palabras también es su sucedáneo; las palabras que no nos atrevemos a pronunciar, las palabras que no queremos que nos digan, las palabras que el bebé no sabe articular para decir lo que le pasa, las palabras que no nos alcanzan para decir lo que sentimos.

Las palabras nos causan miedo porque sólo se pueden articular en el tiempo, con el tiempo, a veces –algunas- sólo después de mucho tiempo y el tiempo no viene solo siempre viaja en compañía de la muerte.

El que está solo es el hombre “el hombre que está solo y espera” ¡¿ qué espera ?! si el tiempo nunca espera.


Con reloj o sin reloj
tarde o temprano
el tiempo siempre pasa
igual.

Bah ... no siempre igual, a veces hay tiempos tranquilos, tiempos productivos o de jubileo y tiempos que lo arrasan todo, que destruyen toda una vida o años de civilización, hay tiempos pausados, tiempos pobres y tiempos ricos.

A veces hay tiempo y a veces no hay
más tiempo.

Quizá en esto radique el origen del miedo al tiempo, no saber cuando hay tiempo y cuando no, cuando es tiempo y cuando
no
y vivir como si hubiera tiempo
y como si ya no lo hubiera.

El miedo es una defensa contra ese saber, ese saber que no hay saber, ya que el único que sabe es el tiempo, pero no es conciente de ello.

¡Cronos espera!
Cronos espera que el bocado sea
más apetitoso[4].

El tiempo se va “el tiempo va y viene” ese es sólo un dicho ya que el tiempo siempre se va aún cuando viene.

Una película de ciencia ficción –y de que otra ciencia podemos hablar que no sea la ciencia como una ficción- propone el temerario e interesante argumento de tener que “viajar” al pasado para producir que el presente exista.

Desde el pasado se produce el presente y desde el presente el futuro que un día también será pasado aunque Ud. ni yo lo veamos.

Pero habíamos empezado hablando de los miedos, ese particular desasosiego del alma que se desborda e invade el cuerpo con sudores y palpitaciones que no son más que las manifestaciones de un cuerpo sin sujeto, puro predicado sin nombre, que se agita como hojas en la tormenta[5].

Digo, y si el viento cesa, y si el tiempo para, la inmóvil danza de las hojas fijas por un instante una letra en el libro del tiempo. Ojalá puedas –algún día- gozar del viento y de la quietud de las hojas. El viento escribe. Yo escribo.

Los miedos me aguardan -a cada momento- agazapados de mil formas, no sé si podré esquivar sus zarpazos, pero estaré advertido, despierto o dormido dejaré que pase; que pasen y se vayan.

¿Acaso los miedos no serán una oportunidad para juntarnos a charlar y hacer otras cosas ?

¿Acaso el miedo no será el origen de nuestra sociedad y nuestra sociabilidad ?

Miedo: ¿miedo a qué? a las arañas o a lo que se pueda decir de mí ?

Miedo a los espacios cerrados y a los espacios abiertos.
Miedo al espacio y al tiempo.
Miedo al ser y a la nada.
Miedo al fracaso y miedo al éxito.
Miedo a los libros que no he escrito.
Miedo al día en que termine el miedo.

Miedo a buscar y miedo a encontrar.

El miedo no es tonto pero nos puede dejar atontados, quietos, paralizados queriendo detener el tiempo.

Aprovecho el cierre de un espacio físico para tomarme mi tiempo, el tiempo que es mío y me pertenece.

Punto y aparte.
Punto y coma.
Punto y beba.
Punto y tome.
Punto y coja.
Punto y crea.
Punto y mire.
Punto y vea.
Punto y diga.
Punto y punto.

El miedo es un deseo de saber
de saber que no hay saber.

Los miedos: fin (enumeración no exhaustiva)

Miedo al amor. Miedo a que te dejen. Miedo a que te quieran. Miedo a comer. Miedo a cruzar la calle. Miedo a las palomas. Miedo a los buitres. Miedo a beber. Miedo a tomar. Miedo a toser. Miedo a caminar. Miedo a cojer[6]. Miedo a respirar. Miedo a irse. Miedo a volver. Miedo a renunciar. Miedo a comprometerse. Miedo a decir que sí. Miedo a decir que no. Miedo a salir. Miedo a entrar. Miedo a querer. Miedo a no poder. Miedo a realizar lo que se desea. Miedo a no poder realizar lo que se desea. Miedo a la panza. Miedo a estar flaco. Miedo a que se le note. Miedo a que no se note. Miedo a estar. Miedo a pasar desapercibido. Miedo sin miedo. Miedo a dormirse sin despertar. Miedo a pensar. Miedo leal. Miedo desleal. Miedo a la verdad. Miedo a la mentira . Miedo a la justicia. Miedo a la injusticia. Miedo al teléfono. Miedo a las facturas. Miedo a los impuestos. Miedo a la jubilación. Miedo al trabajo y miedo al desempleo. Miedo a los ricos. Miedo a los pobres. Miedos, miedos y miedos.

Miedo a las bibliotecas. Miedo a la ignorancia y miedo a la sabiduría. Miedo a la oscuridad y miedo a la luz. Miedo a la salud y miedo a las enfermedades. Miedo al piso y miedo al techo. Miedo al agua. Miedo al aire. Miedo a las alturas y miedo a las profundidades. Miedo a la realidad y miedo a la fantasía. Miedo, miedo y más miedo.

Miedo a querer y miedo a odiar. Miedo al dolor. Miedo a la anestesia. Miedo a las ratas. Miedo a los gatos. Miedo a los perros y miedo a las perras. Miedo a las pulgas. Miedo a las ladillas. Miedo a las garrapatas. Miedo a los zapatos. Miedo a las medias. Miedo a la ropa y miedo a la desnudez. Miedo a todo y miedo a la nada. Miedo al pasado y miedo al futuro y miedo al presente. Miedo a vivir. Miedo a morir. Miedo a que vengas. Miedo a que te vayas. Miedo al frío. Miedo al calor. Miedo a lo que se ve. Miedo a lo que no se ve. Miedo a la pobreza. Miedo a la honra. Miedo a la deshonra. Miedo al invierno. Miedo al verano. Miedo al otoño. Miedo a la primavera. Miedo a la belleza. Miedo al horror. Miedo a las bicicletas. Miedo a las motos grandes y pequeñas. Miedo a los shoppings. Miedo a las vírgenes y miedo a las putas y miedo a los putos. Miedo a dios y miedo a los dioses. Miedo a cielo. Miedo al infierno. Miedo a la tentación y miedo a la decisión. Miedo a hablar. Miedo a callar. Miedo al público. Miedo a que no te publiquen. Miedo al desconocimiento. Miedo a conocimiento. Miedo a eludir. Miedo a acertar. Miedo a la humillación y miedo a la gloria.

Miedo a saber y miedo a no saber.
Miedo al atardecer y miedo al amanecer.
Miedo de día y miedo de noche.

Miedo. Miedo. Miedo. Miedo. Miedo. Miedo. Miedo. Miedo. Miedo. Miedo. Miedo. Miedo.
Miedo. Miedo. Miedo. Miedo. Miedo. Miedo. Miedo. Miedo. Miedo. Miedo. Miedo. Miedo.

Miedo a tener miedo y el círculo se cierra como la serpiente que se muerde la cola.

Tengo miedo
a la muerte
al sufrimiento.

Quiero que la muerte llegue
dormido
–sin darme cuenta-

pero no todavía.

El vacío se
impone nada
lo puede llenar.
[1] Me senté en un bar, pedí un submarino y me puse a escribir. El mozo me preguntó: ¿amarillo?, perplejo le digo -¡cómo?- él aclara -el submarino ... amarillo ?
[2] El poeta soy yo.

[3] Aunque a fuerza de ser sincero debo decir que algunos te recordarán toda la vida, es decir durante toda sus vidas, que tampoco son eternas.
[4] Pobre, el autor se cita a sí mismo.
[5] Libro homónimo de Lin Yutang., Leaves in the storm.
[6] No es un error de ortografía, ya lo expliqué en otros lugares, la jota tiene aquí valor diacrítico para expresar el significado de copular que tiene el verbo en esta parte del mundo.

Obras publicadas

  • "Segunda Antología de Poetas, Escritores y Ensayistas del Tercer Milenio" Editorial Trama, Buenos Aires, 1999.
  • "Vivo con una PC y algo más ..." libro publicado por Editorial Prosopis con el Fondo Estímulo de la Municipalidad de Córdoba, (incluye los episodios de Vivo con una PC, la novela incidental sin título alguno y cuentos urbanos)
  • Binario” (poesías y textos cortos) Editorial Prosopis también con el Fondo Estímulo de la Municipalidad de Córdoba
  • Noviembre, a las puertas de Eros” (poesía minimalista) Editorial Prosopis y por cuenta propia (2003).
Inéditos: poesías, cuentos, relatos y ensayos: El barón embarazado, Sin título alguno: novela incidental, Homenajes cortos, Elefantes fantasmas, Carta para mi verdugo, El artefacto significante, El cuerpo como sede, El fin del mundo, Talk show, El tiempo es uno, El tiempo no es eterno, Los nuevos colones, Galilea, No me beses tantas veces, etc.

Actualmente me encuentro escribiendo algunos haikus y otras cosas.