Obra Incompleta

Espacio de poesía cotidiana

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Location: Cordoba, Cordoba, Argentina

Rodolfo Arsento nació en la pampa gringa en el año 1966, nieto de inmigrantes piemonteses. Se crió. Psicólogo y psicoanalista de profesión. Se dice escritor pero eso todavía no está probado. Escribe desde los tiempos de su tormentosa adolescencia, sin método ni continuidad. Hasta que en una encrucijada del destino comienza a recopilar todo lo producido, renglones dispersos en hojas y cuadernos viejos, termina así el Sin Ton ni Son obra poética presentada en el concurso “Luis de Tejeda”, obviamente perdió, ni una mención. El Sin Ton ni Son es el primer tomo de una trilogía le siguen: De-ese-arte y Deseándote Tatetí. Género prosaico: poesía y narrativa de momento. Su obra poética incluye además: Cuaderno de Sentimientos, Pase a Bordo, Precede (relato pre-biográfico) y Exhumación. No forma parte de ningún taller ni de instituciones literarias. Varias de sus obras están inconclusas, no se sabe si algún día llegará a terminar algo. Obras publicadas: Vivo con una PC y algo más… (1999), Binario (2000), Noviembre. A las puertas de Eros (2003), Glissando (2006), Diario de un despertar (2010), 9 de diciembre (2018) Hágalo Ud mismo y Tan sin ti (2019).

Sunday, June 04, 2006

La mata de gramática

Hoy 19 de julio de 1997, un día antes, propongo realizar una modificación sustancial e irreversible[1] a nuestra gramática; que nos ofrece formas equivocadas de pensar.

De lo que se trata en este caso es del uso combinado de la conjunción "si" con el verbo "haber" en un tiempo que no recuerdo exactamente su nombre; se trata de un pasado imposible del subjuntivo, algo que nunca será o bien será de otro modo. Un verdadero traspié.

Creo que ustedes están entendiendo lo que refiero; se trata de esa forma verbal -que además se encuentra duplicada- como si una fuera poco para engañarnos ya bastante; separadas por una disyunción se presentan a los incautos escolares que las repiten a coro, sin saber lo que están haciendo -lo que está naciendo- el poder que les está siendo quitado.

Muchos de ellos, años después, siendo adultos, o jubilados, pasan noches sin dormir repitiendo esta conjugación; algunos recurren a diversos medios químicos para alejar a este verbo y poder conciliar el sueño; otros fueron encerrados en distintos manicomios creados a tal efecto, por la misma gramática para ocultar sus propias fallas.

Hoy lo que les propongo -tal vez antes de tiempo- es que cambiemos el uso de estas palabras, de esta combinación, y no para producir una Babel finisecular, sino por el contrario para escucharnos cuando articulados la frase: "si hubiera o hubiese" ... "hoy (no) sería" - "hoy habría"..., para salir deliberadamente de la escena donde estuvimos y estamos y de la cual –inexorable- somos los protagonistas.

Asumir la grandeza (o mezquindad) de las decisiones que tomamos, con las que llegamos hasta aquí, y de aquí en más con el corporal presente de indicativo, llenando el centro del acto, con toda la ominosa omnímoda humanidad del personaje que cada 1[2] encarna.
[1] Cf. reacciones químicas irreversibles.
[2] Léase como el número: uno.